
Luego de un intercambio de ideas familiar,
decidí ir al parque Rivadavia a tomar una cerveza para despejarme un poco.
Cuando iba entrando vi que en el mismísimo monumento a Bolívar había una especie de fiesta, mientras me acercaba reconocí a Babasonicos entre la música que sonaba y veía que había unas pantallas (que después vi que tenían consignas como trabajo, educación, seguridad (?)) debajo del caballo bolivariano. Aun más cerca del monumento, se distinguía mucha gente con remeras amarillas y finalmente al llegar al pasillo central del parque, vi unas banderas (ya que esta gente se sentiría agredida diciéndoles trapos, y tampoco se podría catalogar así ya que cada una costaba más que todas las de la juventud militante en general) con una leyenda muy clara: "PRO"
Rápidamente y escapándome como un vampiro de la primera resolana del día, busque el banco mas solitario y alejado de esta gente.
Desde ahí poda espiar todo lo que pasaba, realmente tenían una convocatorio muy interesante, estaban todos:
El matrimonio del Sr. y la Sra. gorda, que en los 90s pudieron viajar a Miami (por elección personal preferiría pronunciar esto como una simple palabra en español: Miami y no como Maiami) donde allí pudieron comprar el último modelo automático de Olympus con zoom retráctil para retratar su hermoso viaje el cual continuo en Disney, Orlando, también estaba la Sra. que había comprado su tapado en la misma peletería que Amalita. Dando vueltas por ahí andaba el Sr. con bigote negro y tupido y raya al costado (los Ray-Ban clippers se los había sacado por que eran las 7pm y ya no había sol). Tampoco podían perderse esta hermosa fiesta la juventud macrista (?) con sus celulares de ultima generación sonando todo el tiempo y todos ellos muy sonrientes. Otro de los grupos que había entre la gente y más miedo me daba, eran los pibes de 14, 15 que estaban tomando mate en el parque y se acercaban a buscar remeras que regalaban con la insignia: Gabriela Michetti PRO.
Mientras seguía esquivando a todos estos personajes salí por la calle Doblas y fui al primer almacén que encontré, después de unos segundos de dudar entre que cerveza llevar, me decidí por una de medio litro, ya que las otras eran muy pequeñas.
Después de pagarla, volví al parque con muchas ganas de que esa gente ya no esté más ahí, pero no solo que estaban sino que eran una masa amarilla y había más Sras. que compraban en la misma boutique que Amalita y cía. y más matrimonios sin hijos que en los 90s festejaron con pizza y champagne.
La música había cambiado, pero no de estilo seguían con Emmanuel Horvilleur y Gustavo Cerati. Durante este tiempo recibía reiterados llamados de mi madre para que vuelva a mi casa, los cuales rechazaba, pero el momento cúlmine de la fiesta macrista fue cuando empezó a sonar "por cultivar marihuana" de Resistencia Suburbana, realmente estaba asqueado de todo ese macrismo, pero quería terminarme mi cerveza, pero ya que pongan ESE tema termino de colmar mi paciencia y me obligo a volver a casa para hablar con mi madre
Por todo esto y mucho más, Maurizio y el Pro unen familias
muy bueno manolito, estampa cotidiana si las hay, aver si escribis otro!
ResponderEliminarbeso ari!